Reflexiones personales

Estos días entre unas cosas y otras parece que nos hemos olvidado un poco de este espacio, que se creó con la idea y el ánimo de que fuera un foro de encuentro y debate amplio. Quizás puede suceder que por el nombre que tenemos, evidentemente de origen griego, nos encontramos condicionados, ¿no estaremos a la altura con nuestras aportaciones?, será eso lo que nos preguntamos antes de escribir nada y, al final, terminamos por no hacerlo. También puede suceder que sentimos tanto respeto por este medio y principalmente hacia la persona que nos ha inspirado para seguir adelante con su creación, nuestro profesor, que no sabemos por donde avanzar, ¿sentimos algún miedo?, ¿pensamos que no estaremos “a la altura” de lo que se espera de nosostros o lo que es más importante si cabe, de lo que nosotros mismos nos exigimos?. Todo son dudas y planteamiento que puede ronden en nuestras cabezas, pero iremos superando, de ello estamos ciertos.

Por otro lado, somos personas inquietas con un gran número de intereses, algunos relacionados, otros completamente opuestos, y puede suceder que nos encontremos el hilo por el que avanzar y no sepamos qué tema plantear o exponer. Que nos atrae todo lo que supone el amplio campo del conocimiento es un hecho demostrado por que estamos cursando la Licenciatura de Humanidades. Que somos unos apasionados, en mayor o menor medida, de las Tecnologías de la Información y Comunicación, las conocidas TIC, es patente pues realizamos los estudios a través de dicho medio y ahora nos hemos atrevido con el inicio de nuestra andadura virtual por el presente espacio.

Seguro que poco a poco iremos encontrando nuestra línea de expresión. Y puesto que como digo estamos estudiando Humanidades, aprovecho para incidir en su significado en cuanto a corriente educativa, filológica, artística e intelectual europea estrechamente ligada al Renacimiento, amplio movimiento de revitalización cultural que se produjo en Europa Occidental en los siglos XV y XVI. Sus principales exponentes se hallan en el campo de las artes aunque también se produjo la renovación en la literatura y las ciencias, tanto naturales como humanas. El uso de dicho término se justifica puesto que retomó los elementos de la cultura clásica y, además se quiso simbolizar la reactivación del conocimiento y el progreso tras siglos de estancamiento, se planteó una nueva forma de ver el mundo y al ser humano, el interés por las artes, la política y las ciencias, cambiando el teocentrismo medieval, por el antropocentrismo renacentista. Y que mejor ejemplo que esta fusión entre arte y ciencia que la imagen del "Hombre de Vitruvio", que nos hizo llegar el representante del renacimiento por excelencia Leonardo Da Vinci.